domingo, 19 de abril de 2020

Siempre esperando la falla, siempre atenta.
Y luego, ahí la falla, es ella. 
Parecía mejor mantenerlo simple. 
De no haber sentido todas esas incertidumbres de cuando alguien le interesa, no le habría dado vueltas, no habría buscado respuestas. La simple calma le habría traído las respuestas.
Pero no, debía estar preocupada, debía cuestionar todo.
No vio información que tenía en sus narices y sobreanalizó otras que no debía.
Esas cosas siempre te pasan, se dice, ya deberías estar acostumbrada, avanza, no le importas lo suficiente.
Y sí, mirada en alto que no estamos para lamentos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario