Me has acompañado por tanto tiempo que luego de odiarte te he aprendido a comprender, he notado tu esfuerzo por empequeñecerme, pero en cambio me he hecho más grande.. Y más fuerte.
He añorado por años que te alejes, he añorado la calidez de la que careces y la cercanía que jamás me podrás dar y hoy me doy cuenta que eres mi compañera, que incluso cuando te soy infiel, esperas paciente el momento para atacar y ya no me duele, no me afecta.
Sé que eres parte de mi, siempre estaras, eres mi consuelo y mi tortura, mi debilidad y fortaleza y lo mejor de todo es que te conozco y sé cómo tratarte...