Temo el día que nos veamos y nuestras miradas se crucen.
Temo que mi cuerpo te añore, tal como te añora en las noches de insomnio.
Temo no razonar y olvidar.
Temo tocarte
Temo acariciarte
Besarte
Rozarte
Añorarte
Y temo aún más sentir nada después del todo.
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