A punto de dar por terminada la noche, con un desazón justo donde empieza el estómago piensa en él por un momento y recuerda esa frase, aquella que dice que la noche está hecha para las putas, los poetas y los que mueren de amor. Sonríe entre la vigilia y el sueño, quizá por eso ama la noche, ha sido un poco de las tres...
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